No tener la comida preparada y coger cualquier cosa para cenar significa que cualquier cosa normalmente no es un plato de verdura con patatas ni una ensalada.
Si hacemos lo mismo de siempre, siempre estaremos en el mismo sitio.
Quizás nos da pereza dedicar unos minutos a planificar los menús de la semana y a controlar que tengamos todos los ingredientes.
También nos puede dar pereza pasar una tarde preparando sofritos, horneando verduras, organizando tápers...
Pero lo que ahora nos supone un esfuerzo, en unas semanas será un hábito que nos comportará un beneficio claramente superior a superar esta desidia.
Y apreciaremos que el orden influye en nuestro bienestar. Sin duda.
En Alimentación en familia, de la estrategia NAOS, podemos encontrar más consejos y alguna receta original que haga nuestros menús un poco diferentes.
Hacemos unas hamburguesas, las congelamos y ya tenemos la cena del lunes a punto!
"Un cambio de verdad exige que cambiemos nuestro comportamiento, no solo nuestra actitud", Phil Stutz, El método
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