No, no es el mapa del metro de ninguna ciudad.
Es un magnífico esquema de las principales rutas metabólicas del cuerpo humano.
Estas rutas indican las transformaciones químicas que sufren los nutrientes ya en los tejidos, una vez superados los procesos de digestión.
Así, los alimentos, desmenuzados en pequeñísimas partículas, cogerán una u otra de estas rutas con el fin de asegurar el crecimiento y el mantenimiento de cada una de las funciones de nuestro organismo.
Se producirá energía, se almacenará azúcar, se fabricarán nuevas proteínas, se acumulará o se consumirá grasa... lo que haga falta!
Toda reacción estará perfectamente regulada y cuidadosamente equilibrada con la participación de múltiples elementos (proteínas, vitaminas, minerales...) que, como inteligentes guardianes comunicados por sofisticados walkie-talkies, harán un trabajo impecable 24 horas sobre 24, teniendo en cuenta la situación fisiológica de cada órgano en cada momento. "Aquí falta esto, aquí falta aquello. cuidado que aquí hemos gastado mucho, se nos acaba el combustible, abrid compuertas para reponer...!! ok, niveles normalizados!!..."
El equilibrio es tan perfecto que el exceso de un solo producto podrá variar toda esta red hasta una nueva homeostasis. La falta de un elemento hará que las rutas se reorganicen para que no falte de nada.
Hasta aquí, perfecto, contamos con un sistema de regulación de tecnología punta, pero.... qué influencia tenemos nosotros con nuestros hábitos y comportamientos?
Pues gran influencia y gran responsabilidad.
Los nutrientes los escogemos nosotros, los alimentos los decidimos nosotros y nuestro cuerpo se organiza a partir de aquí.
Estará nuestro metabolismo ancestral preparado para cada una de las opciones alimenticias actuales? Alimentación equilibrada, comida basura, comida vegetariana, dieta mediterránea, dieta hiperproteica, dieta baja en carbohidratos, dieta de la alcachofa...?
Y dejo aquí la reflexión y el mapa y que cada cual decida cuanta fe pone en su bioquímica.
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