Camino Calvo



Siempre digo que mi blog es como mi tarjeta de visita, tanto personal como profesional. Tengo la suerte de tener un trabajo que me apasiona, con lo cual no hay mucha diferencia entre estas dos facetas de mi vida.

Mi blog nació con la intención de promover hábitos de vida saludables, a nivel físico, mental, emocional y social. Los contenidos los escojo de forma cuidadosa y exigente, divulgando artículos con evidencia científica y rigor.
Y además se ha convertido en una especie de libro de recuerdos de mis reflexiones, mis inquietudes y mis experiencias.

Cambiar hábitos no es fácil, requiere la valentía suficiente como para perseverar en nuestro objetivo. La vida es cambio. La salud también.



jueves, 15 de octubre de 2020

Los problemas de los demás son de los demás.

 Una de las técnicas que más difíciles resultan a las personas que están aprendiendo herramientas de coaching es no centrarse en el problema con el que viene la persona para que le ayudes. 

Los coaches noveles, todos abrigados con el temor a no hacer bien la sesión y con la obsesión de hacer buenas preguntas, le dan vueltas y vueltas al problema y a los detalles. 

El problema no interesa, les digo. Es éste, pero podría ser cualquier otro, no es importante para nosotros. Sólo es importante para la persona que lo tiene, como debe ser. 

La tarea de un coach es ayudar al cliente a encontrar sus herramientas personales para solucionar, aceptar, aliviar, relativizar, afrontar, o lo que sea que necesite, sobre su problema. 

El coach no salva a nadie, ni busca soluciones. Los detalles son irrelevantes.

Técnica que, poco a poco, los aprendientes van viendo que es más eficaz y más respetuosa.

Todos hemos pasado por ahí. 










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