"Para qué sirve el miedo? Su función específica está relacionada con la adaptación y la supervivencia".
...Curioso....
"El miedo sobreviene a una amenaza, alerta de un riesgo vital y nos prepara para escapar".
...Curioso....
Curioso porque estoy haciendo un repaso de mis miedos y creo que les voy a cambiar el nombre.
Porque mi miedo a compartir, mi miedo a sufrir, mi miedo a perder, mi miedo a mostrarme, mi miedo a destacar, mi miedo a fracasar, mi miedo a comprometerme, mi miedo al ridículo, mi miedo a no estar a la altura, mi miedo a perder el control... todos estos y muchos más, no me acaban de cuadrar con estas aseveraciones.
O sea que no son miedos. Son mis limitaciones. Son mi lastre. Son mis sombras.
"La experiencia de miedo se da cuando un estímulo es valorado consciente o inconscientemente por la persona como una amenaza física, psíquica o social".
Y si sigo pensando, la consciencia de la ridiculez de mis miedos apremia mi impaciencia por cambiarles el nombre. Porque tantas veces los he superado que sé con certeza que no hay amenaza más que en mi mente. Pero ahí siguen, amarrados a mi estómago para que todas y cada una de las veces que tengo que superarlos me cueste un mundo.
Ni son una amenaza, ni una agresión vital, ni me protegen para sobrevivir. O sea que de miedos, nada.
"El afrontamiento pasivo se da cuando la persona estima o cree que no posee los recursos para imponerse a la situación".
Mis miedos no son miedos...
"El afrontamiento activo se da cuando la persona utiliza recursos para imponerse o dominar con la creencia que sus habilidades le permitirán evitar las consecuencias negativas de la situación".
Ah! Pues quizás sí que lo son...
En todo caso, flaco favor me hacen...! Y entre los tuyos y los míos, vamos bien apañados!!
Terapia basada en inteligencia emocional, N.P. Lizeretti
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